30 de junio de 2008

EL OTRO DOCTOR SHOCK

Hay pocos ambientes académicos envueltos en un aura más mítica que la Facultad de Economía de la Universidad de Chicago en la década de 1950,un lugar que era intensamente consciente de sí mismo no sólo como escuela sino como escuela de pensamiento.No se limitaba a preparar estudiantes, sino que construía y fortalecía la Escuela de Chicago de economía,la creación de una agrupación de académicos conservadores cuyas ideas representaban una baluarte revolucionario contra el pensamiento "estatista" dominante entonces.No se pasaba a trravés de las puertas del Edificio de Ciencias Sociales,bajo un cartel que decía "La ciencia es medida" ni se trataba en el legendario comedor ,donde los estudiantes ponían a prueba su fuste intelectual atreviéndose a desafiar a sus titánicos profesores,para conseguir algo tan prosaico como una licenciatura.Se pasaban esas puertas para alistarse e ir a la guerra.Como dijo Gary Becker,economista conservador ganador del Premio Nobel "erámos guerreros que combatíamos con la mayor parte del resto del gremio.

Frank Knight,uno de los fundadores de la Escuela de Chicago ,creía que los profesores debían "inculcar"en sus alumnos la creencia de que cada teoría económica es "una característica sagrada del sistema",no una hipótesis sometida a debate.El núcleo de bunena parte de la doctrina de Chicago era que las fuerzas económicas de la oferta,demanda inflación y desempleo eran como las fuerzas de la naturaleza,fijas e inmutables.En el auténtico libre mercado imaginado en las clases y en los textos de Chicago,estas fuerzas coexistían en perfecto equilibrio,la oferta reaccionando con la demanda de la misma forma que la luna empuja las mareas.Si las economías sufrían una alta tasa de inflación era invariablemente porque,según la estricta teoría del monetarismo de Friedman,políticos mal aconsejados habían permitido que entrase demasiado dinero en el sistema en lugar de dejar que el mercado alcanzase el equilibrio por si solo del mismo modo que se autorregualan los ecosistemas , manteniéndose en equilbrio,el mercado,si se le dejaba a su libre albedrío,crearía el número preciso de productos a los precios exactamente adecuados para comprar esos productos:un éden de pleno empleo,creatividad sin límites e inflación a cero.

Según el sociólogo de Harvard Daniel Bell,este amor por un sistema ideal es el rasgo definitorio de la economía radical del libre mercado.El capitalismo se considera "un precioso conjunto de movimientos" o " una maquinaria celestial"...una obra de arte tan perfecta que uno le lleva a pensar en los célebres cuadros de Apeles,que pintó un racimo de uvas tan realista que los pájaros se acercaban a comérselas.

Como todas las fes fundamentalistas,la economía de la Escuela de Chicago es,para los verdaderos creyentes un sistema cerrado.La premisa inicial es que el libre mercado es un sistema científico perfecto,un sistema en el que los individuos,siguiendo sus propios intereses,crean el máximo beneficio para todos.Se sigue ineluctablemente que si algo no funciona en una economía de libre mercado tiene que ser porque el mercado no es auténticamente libre.Tiene que haber alguna intromisión,alguna distorsión del sistema.La solución de Chicago es siempre la misma:aplicar de forma más estricta y completa los fundamentos del mercado libre.Leer Más

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