8 de julio de 2008

LA CRISIS FUNCIONA

Posiblemente no fuera su intención, pero Jeffrey Sachs había demostrado de forma bastante contundente que la teoría de Friedman sobre la crisis era absolutamente correcta. La debacle hiperinflacionaria de Bolivia fue la excusa perfecta para sacar adelante un programa que, en circunstancias normales, habría sido políticamente imposible. Aquél era un país que contaba con un movimiento obrero fuerte y combativo, y con una potente tradición izquierdista, sin olvidar que había sido escenario además, del acto final del Cheguevara . Pero se le había forzado a aceptar una terapia de shock draconiana en nombre de la estabilización de su descontrolada moneda nacional.

A mediados de la década de 1980,eran ya varios los economistas que habían advertido que una crisis hiperinflacionaria auténtica simula los efectos de una guerra militar, porque esparce el temor y la confusión crea sus propios refugiados y provoca una considerable pérdida de vidas huamanas .Era más que evidente que en Bolivia, la hiperinflación había desempeñado el mismo papel que la “guerra” de Pinochet en Chile y que la guerra de las Malvinas para Margaret Thatcher; había creado el contexto preciso para la aprobación de medidas de emergencia, un estado de excepción durante el que fue posible suspender las normas demócraticas y se pudo traspasar temporalmente el poder económico al equipo de expertos reunidos en el salón de la residencia de Goni.Para los ideólogos más a ultranza de la Escuela de Chicago, como era el caso de Williamson, eso significó que la hiperinflación ya no era un problema a resolver, como Sachs creía, sino una oportunidad de oro que aprovechar.En la decada de los ochenta no escaseaban las oportunidades de este tipo. Lo cierto es que gran parte del mundo en vías de desarrollo, pero, en especial, América Latina, estaba entrando en aquel momento en una espiral hiperinflacionaria. Dicha crisis era consecuencia de dos factores principales, cuyos orígenes hay que buscar en las instituciones financieras de Washington. El primero fue la insistencia con que éstas presionaron para que las deudas ilegítimas acumuladas por las dictaduras de esos países fuesen traspasadas a sus nuevos regímenes democráticos. El segundo fue la decisión que como la Reserva Federal estadounidense al permitir el alza de los tipos de interés, lo cual incrementó enormemente ( y de la noche a la mañana) la magnitud de esas deudas. Leer Más

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