El año 2003 ofreció la peor estadística de la serie histórica realizada por el Instituto de la Mujer en relación al número de mujeres asesinadas por sus parejas.En total, habían sido 71 víctimas mortales, frente a las 54 registradas en 2002 o las 50 del 2001.Ya desde la oposición, el PSOE sostuvo que los Planes de Lucha contra la Violencia de Género que puso en marcha el Gobierno de José María Aznar resultaban insuficientes.Los socialistas apostaban por la Ley integral, que implicase a varios Ministerios y que elevase la dotación económica para la protección de las vícitmas.Llevaron al Parlamento su iniciativa, que no prosperó, pero persistieron en su empeño y la incorporación a su programa electoral.Zapatero se ocupó de incluirla como uno de sus compromisos prioritarios y llevó el informe sobre la Ley Integral contra la Violencia de Género a su primer Consejo de Ministros.
El texto no tardó en convertirse en proyecto de Ley y se remitió a las Cortes para proceder a su tramitación parlamentaria.Lo cierto es que el ministro de Asuntos Sociales, Jesús Caldera , no tuvo mayores problemas a la hora de presentar con tanta premura el borrador.Un alto cargo del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales lo recuerda así : “Teníamos en el cajón la proposición de ley orgánica contra la violencia de género que habíamos presentado cuando estábamos en la oposición.Lo único que hubo que hacer fue desempolvarla ,hacerle algunos ajustes técnicos et viola!
El Proyecto de Ley de Violencia de Género fue el primero que se tramitó en el Congreso y el último texto legal de cierto calado que consiguió el apoyo de todos los grupos, incluido el PP,que había rechazado otro prácticamente idéntico durante su mandato.La norma establecía la creación de juzgados especializados; la mejora de las ayudas de las víctimas en aspectos como el acceso a viviendas de protección oficial, ciertas bonificaciones para las empresas que contratasen a mujeres víctimas de la violencia machista o la creación de centros de rehabilitación integral, entre otras medidas.
El PP,en efecto, dio su apoyo a una ley que recibió severas objeciones por parte del Consejo General del Poder Judicial, un órgano dominado ,por el sector más conservador de la magistratura ,cuya composición respondía al anterior juego de mayorías parlamentarias.Como se verá más adelante el Consejo llegó a ejercer de auténtica oposición al ejecutivo, y debutó informando sobre esta ley.Previamente ,encargó la redacción de sus recomendaciones a la vocal Montserrat Comas, perteneciente a la minoría progresista y a la que se presumía conocedora de la materia por su condición de presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica.Pero el informe no convenció a la Comisión de Estudios del Consejo y su elaboración definitiva fue asignada al conservador José Luis Requero,Auténtico azote de los socialistas.
El informe Requero venía a desneutralizar el concepto de protección a la mujer que la ley pretendía consagrar.Comenzaba afirmando que si la violencia implicaba una relación de subordinación, ésta era mucho más grave cuando se ejercía contra personas desvalidas, como ancianos y niños,o incluso hombres , a los que se recomendaba incluir bajo su paraguas protector.Además, y en la medida en que de la normativa se inferían sanciones distintas en función de si el agresor era varón –delito- o mujer –falta-, el Consejo, por la pluma interpuesta de Reguero ,detectaba “ serias objeciones de constitucionalidad “.
El Gobierno desdeño las recomendaciones del Consejo.El ministro Caldera lo dejó meridianamente claro. Ni en ese momento ni durante su tramitación parlamentaria, se incorporarían al texto referencias a las víctimas de sexo masculino y se aplicarían tipos penales más elevados cuando el agresor fuera hombre.El jueves 7 de octubre de 2004 la ley fue aprobada con los 320 votos de los diputados presentes aquel día en el Congreso.Aunque los legisladores iban muy en serio contra la violencia de género, la Ley acabó publicándose en el BOE el 28 de diciembre,día de los Santos Inocentes.Inició su andadura a punto de concluir el año 2004,que termino con 72 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas .Los años siguientes la cifra se redujo mínimamente :60 en 2005 y 68 en 2006.Nunca tanto como se hubiera deseado.
El presidente del Gobierno español no ocultó su satisfacción cuando manifestó su confianza en que, con esta nueva legislación, disminuyera “el machismo criminal “que todavía “está presente en nuestra sociedad “. De lo que ya estaba advertido es que al Ejecutivo le había salido un doloroso grano en el ámbito de la Justicia.
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El texto no tardó en convertirse en proyecto de Ley y se remitió a las Cortes para proceder a su tramitación parlamentaria.Lo cierto es que el ministro de Asuntos Sociales, Jesús Caldera , no tuvo mayores problemas a la hora de presentar con tanta premura el borrador.Un alto cargo del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales lo recuerda así : “Teníamos en el cajón la proposición de ley orgánica contra la violencia de género que habíamos presentado cuando estábamos en la oposición.Lo único que hubo que hacer fue desempolvarla ,hacerle algunos ajustes técnicos et viola!
El Proyecto de Ley de Violencia de Género fue el primero que se tramitó en el Congreso y el último texto legal de cierto calado que consiguió el apoyo de todos los grupos, incluido el PP,que había rechazado otro prácticamente idéntico durante su mandato.La norma establecía la creación de juzgados especializados; la mejora de las ayudas de las víctimas en aspectos como el acceso a viviendas de protección oficial, ciertas bonificaciones para las empresas que contratasen a mujeres víctimas de la violencia machista o la creación de centros de rehabilitación integral, entre otras medidas.
El PP,en efecto, dio su apoyo a una ley que recibió severas objeciones por parte del Consejo General del Poder Judicial, un órgano dominado ,por el sector más conservador de la magistratura ,cuya composición respondía al anterior juego de mayorías parlamentarias.Como se verá más adelante el Consejo llegó a ejercer de auténtica oposición al ejecutivo, y debutó informando sobre esta ley.Previamente ,encargó la redacción de sus recomendaciones a la vocal Montserrat Comas, perteneciente a la minoría progresista y a la que se presumía conocedora de la materia por su condición de presidenta del Observatorio de Violencia Doméstica.Pero el informe no convenció a la Comisión de Estudios del Consejo y su elaboración definitiva fue asignada al conservador José Luis Requero,Auténtico azote de los socialistas.
El informe Requero venía a desneutralizar el concepto de protección a la mujer que la ley pretendía consagrar.Comenzaba afirmando que si la violencia implicaba una relación de subordinación, ésta era mucho más grave cuando se ejercía contra personas desvalidas, como ancianos y niños,o incluso hombres , a los que se recomendaba incluir bajo su paraguas protector.Además, y en la medida en que de la normativa se inferían sanciones distintas en función de si el agresor era varón –delito- o mujer –falta-, el Consejo, por la pluma interpuesta de Reguero ,detectaba “ serias objeciones de constitucionalidad “.
El Gobierno desdeño las recomendaciones del Consejo.El ministro Caldera lo dejó meridianamente claro. Ni en ese momento ni durante su tramitación parlamentaria, se incorporarían al texto referencias a las víctimas de sexo masculino y se aplicarían tipos penales más elevados cuando el agresor fuera hombre.El jueves 7 de octubre de 2004 la ley fue aprobada con los 320 votos de los diputados presentes aquel día en el Congreso.Aunque los legisladores iban muy en serio contra la violencia de género, la Ley acabó publicándose en el BOE el 28 de diciembre,día de los Santos Inocentes.Inició su andadura a punto de concluir el año 2004,que termino con 72 mujeres asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas .Los años siguientes la cifra se redujo mínimamente :60 en 2005 y 68 en 2006.Nunca tanto como se hubiera deseado.
El presidente del Gobierno español no ocultó su satisfacción cuando manifestó su confianza en que, con esta nueva legislación, disminuyera “el machismo criminal “que todavía “está presente en nuestra sociedad “. De lo que ya estaba advertido es que al Ejecutivo le había salido un doloroso grano en el ámbito de la Justicia.
