1 de julio de 2008

LA BANALIDAD DEL MAL

"Pensar tiene inevitablemente un efecto destructivo;socava todos los criterios establecidos,todos los valores y pautas del bien y del mal,en suma,todos los hábitos y reglas de conducta que son objeto de la moral y de la ética.Esos pensamientos congelados,parece decirnos Socrátes,están tan a la mano que los podéis usar incluso mientras dormís;pero si el viento del pensamiento,que ahora sopla en vosotros,os saca del sueño y os deja totalmente despiertos y vivos,entonces os daréis cuenta de que nada os queda en las manos sino perplejidades,y que lo máximo que pódeis hacer es compartirlas unos con otros."
Pensar actuar son dos cosas completamente diferentes,pero pueden encontrarse juntas en alguna ocasión,igual que la teoría y la práctica.Arendt cree que hay una posibilidad de unión:cuando emitimos juicios y los exponemos ante otros en público,a tráves del ejercicio de la libertad de hablar o de escribir.
Es necesario sin embargo,establecer algunas distinciones.Todo juicio es juicio de lo particular.Decimos:"esto me gusta","esto esta mal","esto es hermoso".Lo que hacemos normalmente,cuando emitimos juicios,es aplicar a una situación concreta un valor o un criterio general.
Sobre la base de lo que la sociedad entiende por valentía,juzgamos que tal o cual sea valiente.La mayoría de las veces en que juzgamos lo hacemos de esta manera,pero Arendt piensa que esto es más bien un prejuicio que un juicio,en la medida en que juzgamos lo concreto,pero no el criterio por el que juzgamos,o la adecuación de esa particularidad al criterio general.Los prejuicios son una especie de protección,como lo son las palabras y sus sentidos congelados,frente a los requerimientos de la realidad,siempre cambiante.No podemos ante toda situación preguntarnos por la validez de las palabras o de los criterios.La función de los prejuicios es protegernos de tener que estar siempre pensando.
Ahora bien,también hay situaciones críticas en las que todo el mundo se deja llevar irreflexivamente,y pensar se convierte entonces en algo perentorio.Es el momento en el que es preciso producir juicios.Un juicio es enfrentarse a lo particular como algo nuevo para lo que se tiene criterio:examinar atentamente un asunto y dejar que su relalidad nos asalte.El viento del pensamiento permite al mismo tiempo juzgar algo concreto y convertirlo en ejemplo de lo que queremos afirmar.Un juicio es,por ejemplo,"la valentía de Aquiles"(aquí el particular es el predicado).

Cuando exponemos un juicio ante el público,entonces el pensamiento es crítico y demoledor,porque deshace valores generales con lo que todo el mundo juzga.Estamos haciendo aparecer algo nuevo en el mundo común.Y esperamos que otros seres humanos entiendan lo que decimos,secunden nuestro juicio.Estamos actualizando un pensamiento,estamos haciendo un ejercicio de libertad porque hemos hecho de nuestro pensamiento discurso público.
De esta manera pensar puede llegar a ser peligroso,no porque haya pensamientos peligrosos,sino porque el mismo pensar ya lo es,cuando destruye lo que muchos dicen irreflexivamente.Otro tipo de peligros viene del no pensar: la adhesión inmediata a las reglas de conducta de una sociedad,sean cuales sean,la obediencia a un orden,sea cual sea el orden.Eichmann se protegió frente al peligro de pensar y se volvió por eso mismo peligroso para millones de seres humanos.

Durante el siglo pasado el nihilismo se interpertado como una catástrofe,ya que la desvalorización de los principios sobre los que se asentaba la sociedad patriarcal y decimonónica arrastró consigo una general desvalorización de todos los valores.Ahora bien,la reacción que a veces clama por el regreso de criterios generales ("educar en valores",dice todavía hoy,a principios del siglo XXI,el discurso pedágojico oficial) presupone que sólo hay un modo de juzgar:el prejuicio.Por el contrario; dice Hannah Arendt,lo que sería verdaderamente una catástrofe es que los humanos fueran incapaces de juzgar las cosas por sí mismos,esto es, de pensar y de ser libres,diciendo públicamente y con valentía lo que piensan.

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