22 de octubre de 2008

La historia de la modernidad contada de mas de un modo

Hablando de Aglaura, una de las extrañas,aunque misteriosamente familiares, ciudades enumeradas en Le città invisibili,el Marco Polo de Italo Calvino decía que poco sabría contar<<fuera de las cosas que los propios habitantes de la ciudad repiten desde siempre>>,por más que sus relatos no concordasen con lo que él mismo creía estar contemplando.<<Quisieras decir qué es,pero todo lo que hasta ahora se ha dicho de Aglaura aprisiona las palabras y te obliga a repetir en lugar de decir.>>Y así,parapetados a conciencia tras las murallas de la ciudad,construidas con las historias eternamente repetidas,al modo en que las murallas de ciertas ciudades están hechas de piedras,<<los habitantes creen vivir siempre en la Aglaura que crece sólo con el nombre de Aglaura y no ven Aglaura que crece en la tierra>>.¿ Cómo podrían,en efecto,comporartse de otra manera?Después de todo,<<la ciudad de que se habla tiene mucho de lo que se necesita para existir mientras que la ciudad que existe en su lugar existe menos>> .Si les preguntásemos a los residentes de Leonia,otra de Las ciudades invisibles de Calvino,responderían que su pasión consiste en <<gozar de las cosas nuevas y diferentes>>.Ciertamente,<<cada mañana la población se despierta entre sábanas frescas,se lava con jabones recién sacados de su envoltorio,se pone batas flamantes,extrae del refrigerador más perfeccionado latas todavía sin abrir,escuchando los últimos sonsonetes del último modelo de radio>> .Sin embargo,cada mañana,<<los restos de la Leonia de ayer esperan el carro de basura>>,y un forastero como Marco Polo,mirando,por así decirlo,a través de las rendijas de las murallas de la historia de Leonia,se preguntaría si la auténtica pasión de los habitantes de Leonia no consiste más bien en << expulsar,apartar,purgarse de una recurrente impureza>>.De no ser así, no se entendería por qué los basureros son <<acogidos como ángeles>>,aun cuando su tarea<<se rodea de un respeto silencioso>> ,lo cual resulta comprensible,pues,<<una vez desechadas las cosas,nadie quiere tener que pensar más en ellas>>.Aunque la población de Leonia destaca por ir a la caza de las novedades,<<una fortaleza de desperdicios indestructibles>> circunda la ciudad y <<la domina por todos lados como un circo de montañas>>
Cabe preguntarse si los habitantes de Leonia ven esas montañas.Puede que algunas veces,especialemente cuando una inesperada ráfaga de viento transporta hasta sus impecables hogares un hedor que evoca un montón de basura,más que el frescor,el esplendor y la fragancia absolutos de las entrañas de las tiendas de novedades.Una vez que ha sucedido,les cuesta apartar su mirada; mirarán temblando hacia las montañas,con preocupación y temor,y quedarán horrorizados por lo que verán.Aborrecerán la fealdad de las montañas y las detestarán por emborronar el pasisaje;por ser fétidas,asquerosas,ofensivas y absolutamente repugnantes, por albergar peligros conocidos y peligros que no se asemejan a nada antes visto,por almancenar los riesgos visibles y otros riesgos que no aciertan a imaginar. No les gustará lo que verán y no querrán seguir mirándolo. Odiarán las sobras de sus ensueños de ayer,tan apasionadamente como amaban las ropas completamente nuevas y el último grito en juguetes. Desearán que desaparezcan las montañas, que sean dinamitadas,apalastadas,pulverizadas o disueltas. Se quejarán de la pereza de los basureros,de la indulgencia de los capataces y de la complacencia de los jefes.
Incluso más que de los propios desperdicios,los habitantes de Leonia abominarán de la idea de su indestructibilidad.Se sentirían horrorizados al conocer la noticia de que las montañas,cuya desaparición desean con toda su alma,son reacias a degradarse,deteriorarse y descomponerse por sí mismas,amén de ser resistentes ,si no inmunes,a los disolventes.Con tozuda esperanza en lo imposible,rehusarán aceptar la simple verdad de que los odiosos montones de basura sólo pueden no ser si (ellos mismos, los habitantes de Leonia)no les hacen ser.Se negarían a aceptar que(como reza el mensaje de Marco Polo que en Leonia no habrán de escuchar) <<renovándose cada día la ciudad se conserva a sí misma en la única forma definitiva:la de los desperdicios de ayer que se amontonan sobre los desperdicos de anteayer y de todos sus días y años y lustros>>.Los leonianos no escucharían el mensaje de Marco Polo,ya que lo que dicho mensaje les diría(si estuvieran dispuestos a oírlo,claro está)es que,más que preservar lo que dicen amar y desear,sólo consiguen perpetuar la basura.Únicamente lo inútil,lo desagradable,lo venenoso y lo aterrador es lo bastante resistente como para permanecer ahí con el paso del tiempo.Siguiendo el ejemplo de los aglauranos,podemos decir que los leonianos viven a diario en una Leonia que <<crece sólo con el nombre de Leonia>>,felizmente igonorantes de esa otra Leonia que crece en tierra.Al menos desvían la mirada o cierran los ojos,afanándose por no verla.Exactamente igual que en el caso de los aglauranos,la ciudad de la que hablan <<tiene mucho de lo que necesitan para existir>>.Y,lo que es aún mas importante,contiene la historia de la pasión de la que hablan puede renacer y reponerse eternamente y la historia de dicha pasión podría seguirse contando,oyendo,escuchando con avidez y creyendo de forma incondicional.

Aun forastero como Marco Polo le lleva a preguntar cuál es,a la postre,la producción básica de los leonianos.¿Las cosas encantadoras y completamente nuevas,tentadoramente recién salidas y seductoramente misteriosas en virtud de su no catada virginidad?¿O más bien sus montones de basura,que no dejan de crecer?¿ Cómo explicar,por ejemplo ,su pasión por la moda? ¿En qué consiste dicha moda en realidad? ¿ Se trata de sustituir cosas menos adorables por otras más hermosas,o del gozo experimentado al arrojar las cosas al vertedero,una vez despojadas de su atractivo y su encanto? ¿ Se tiran las cosas por causa de su fealdad o son feas porque se las ha destinado al basurero?

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